ADENOMA Y CÁNCER DE PRÓSTATA
La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino de tamaño y forma parecida al de una nuez. Es un órgano impar, extraperitoneal y localizado en el espacio pélvico. Su nombre deriva del griego y significa “el que está colocado debajo”, ya que se sitúa justo por debajo del cuello vesical abrazando a la parte inicial de la uretra ( conducto común del aparato urinario y genital del hombre), debajo de la vejiga y casi enfrente del recto. Contiene células que producen parte del líquido seminal, que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen. La próstata se contrae durante el orgasmo y la eyaculación, descargando líquido prostático junto con a los espermatozoides y otros fluidos procedentes de distintas glándulas como parte del líquido seminal.
Las hormonas masculinas estimulan a la glándula prostática desde el desarrollo del feto y continúa su crecimiento hasta la edad adulta, manteniendo su tamaño mientras se producen hormonas masculinas. Por diversos factores, puede sufrir procesos inflamatorios agudos y crónicos y a partir de cierta edad puede presentar transformaciones en sus tejidos.
Un control de rutina a partir de los 45/50 años tiene por objeto detectar anomalías en los estadios más precoces y alteraciones morfológicas que puedan presentarse, permitiendo esto su tratamiento precoz. El peso y volumen normales prostáticos van en aumento desde los 15 a los 30 años, se estabilizan a los 40 años (entre 20 y 30 c.c.) y se estima que partir de los 50 años o antes, más del 50% de los hombres puede presentar alguna transformación benigna o maligna en el tejido de este órgano.
Adenoma de próstata o hipertrofia prostática benigna (HBP)
Es el resultado del crecimiento no canceroso del tejido que forma la próstata. No se conocen sus causas, pero parece estar relacionado con el envejecimiento. A la edad de 60 años la mitad de la población masculina ya tiene signos microscópicos de HBP (en general del centro de la glándula), que con el tiempo puede provocar dificultad al orinar.
Cuando un hombre acude a la consulta con su médico por problemas urinarios, la mayor parte de las veces es debido a un adenoma prostático. Esta enfermedad se caracteriza por micción debil o entrecortada y en algunos casos con el tiempo puede generar infecciones, cálculos en la vejiga y hasta disminución de la función renal.
Para confirmar el diagnóstico se pueden utilizar pruebas tales como un estudio del flujo urinario, un examen rectal digital que efectúa su urólogo, un antígeno prostático (PSA, su sigla en inglés), una ecografia o una resonancia (RNM) de la próstata. El antígeno prostático es una sustancia proteica cuya función es disolver el coágulo seminal.
CÁNCER DE PRÓSTATA
El desarrollo de células cancerosas en la próstata es uno de los cánceres más frecuentes.
Se reconocen cuatro estadios, siendo el primero el que se localiza solo en la próstata, generalmente asintomático y eventualmente el portador puede presentar micciones frecuentes y flujo débil. En un segundo estadio, el tumor también está solo en la próstata pero con mayor grado de crecimiento e incrementándose la sintomatología (incapacidad para orinar-interrupciones del chorro de orina-dolor y/o ardor en la micción y eventualmente hematuria (sangre al orinar) y hematospermia (sangre al eyacular). En un tercer grado, se incrementan los síntomas descriptos por un mayor crecimiento del tumor y en el cuarto grado se produce la diseminación fuera de la glándula, pudiéndose agregar síntomas como ser dolor de espalda, cadera, muslos, pérdida de peso, fatiga y decaimiento general.
En esta etapa ya es metastásico, propagándose a los ganglios linfáticos y a otras partes del cuerpo. También se han descripto cánceres de próstata recurrentes, es decir que ha reaparecido después de haber sido tratado, localmente o a distancia, a menudo a nivel óseo.
La tasa de supervivencia relativa de cáncer de próstata a 5 años es del 97% y a 10 años del 98%, o sea alta. Siendo que la tasa de supervivencia relativa se refiere a la probabilidad de que las personas con cáncer de próstata sobrevivan durante ese tiempo tras el diagnostico inicial o el inicio del tratamiento, en comparación con la supervivencia esperada de personas similares sin este tipo de cáncer. El porcentaje de curación del cáncer de próstata es ciertamente alto, en España por ejemplo de alrededor del 90% si se detecta en fases tempranas de evolución.
SÍNTOMAS DEL ADENOMA Y DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
- Dificultad para comenzar a orinar
- Flujo de orina débil o interrumpido
- Micción frecuente, especialmente nocturna
- Dificultad para vaciar por completo la vejiga
- Dolor o ardor al orinar
- Sangre en la orina o el semen
Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, consulte de inmediato a su médico. Si bien los síntomas del adenoma suelen ser los primeros enunciados, dependerán del volumen prostático y del grado y lugar de obstrucción. Siempre, ante la aparición de cualquiera de ellos, único o múltiple, no es conveniente demorar la consulta, en especial con el urólogo, como tampoco lo es pensar que un PSA no demasiado elevado da certeza de tranquilidad.
CÓMO SE DIAGNOSTICA EL CÁNCER DE PRÓSTATA
Un nivel elevado de PSA podría significar que el paciente porta un cáncer de próstata (se estima normal hasta 4 ng/ml). Un hombre con un PSA de 4 a 10 ng/ml, está en el “intervalo límite” y se estima que tiene una probabilidad de 1 en 4 de padecer cáncer de próstata (es decir, de un 20 a un 30%). Siendo que esa probabilidad aumenta al 50 % si es mayor de 10ng/ml. Sin embargo, estas cifras son orientativas, quedando exclusivamente a la opinión del urólogo el diagnóstico definitivo, luego de efectuados los exámenes correspondientes.
Todos los medios de diagnóstico ya mencionados utilizados por el urólogo ( tacto, ecografía transrectal, RNM, flujometria, biopsia de la glándula, etc) son útiles para detectar la presencia y estadio de un adenoma o de un cáncer en dicha glándula.
TRATAMIENTO DE LA HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA
Hay muchos tratamientos disponibles que incluyen medicación, terapias con laser y cirugía dependiendo del tamaño de la próstata, de la edad, del estado de salud en general y básicamente de la gravedad de los síntomas. Si estos no interfieren en la vida diaria, se podría hasta esperar la evolución de los mismos. Pueden considerarse algunos tratamientos paliativos pero en todos los casos quedan bajo el criterio del médico tratante en acuerdo con el paciente.
TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
Hoy las opciones terapéuticas son diversas, buscando adaptarse a las necesidades del paciente y por supuesto al estadio evolutivo de la enfermedad. Terapia hormonal, quimioterapia o cirugía son opciones a determinar, buscando siempre provocar la menor cantidad de efectos adversos posible.
En Argentina, según estimaciones del Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), el cáncer de próstata tiene una ocurrencia de más de 11.000 casos anuales, que representan un 20% de todos los tumores malignos en varones y el 9% del total de casos de cáncer en el país. Si bien las causas de esta enfermedad son desconocidas, puede haber una disposición hereditaria y el riesgo de contraerla aumenta con la edad.
Los efectos secundarios más importantes de una prostatectomía radical son la incontinencia urinaria (falta de control del esfínter urinario) y cierta disfunción eréctil (impotencia, dificultad para lograr y mantener la erección). Como en todos los casos oncológicos, la detección temprana permite siempre un mejor abordaje terapéutico.
Gracias a las innovaciones tecnológicas es posible la detección precoz de la enfermedad, pero para ello es fundamental que los pacientes realicen las consultas urológicas correspondientes, sobre todo ante la aparición de síntomas inherentes.
Dr. Rubén A. Rey
Auditor Médico de OSPUAYE
Médico clínico. Especialista en Medicina del Trabajo, Diabetología y Nutrición.